LAS HUESTES DE LOS NOBLES CASTELLANOS. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

05.03.2024 08:31

               

                El siglo XV concluyó con el triunfo de la monarquía autoritaria en Castilla. Sin embargo, tal éxito resultó extremadamente difícil, ya que la nobleza disponía de amplios medios económicos y militares. Durante los reinados de Juan II y de Enrique IV, el poder real distó mucho de monopolizar el uso de la violencia. Más de uno hizo carrera en una Castilla marcada por los enfrentamientos internos.

                A su modo, los grandes nobles eran como unos reyes a pequeña escala, con sus señoríos, hacienda y huestes. Al igual que los mismos monarcas castellanos, retribuían anualmente a sus servidores guerreros por medio de pagos en metálico o acostamientos. Tenían en su nómina a tipos experimentados, obligados a disponer de las armas adecuadas y en buen estado. De esta manera eran capaces de formar verdaderas coaliciones o bandos, bien capaces de turbar la vida pública de no pocos municipios. Los combates urbanos llegaron a ser muy cruentos, como los que asolaron en 1430 Cáceres, donde se emplearon los temibles truenos.

                Las fuerzas que podían llegar a reunir podían alcanzar unas dimensiones considerables. Los Stúñiga contaron con hasta 800 lanzas para imponer sus pretensiones sobre el maestrazgo de Alcántara. El favorito de Enrique IV, don Beltrán de la Cueva, llegó a disponer de 400 lanzas. Asimismo, los Suárez de Figueroa pudieron alinear a finales del siglo XV unos 3.231 infantes y 289 caballeros, y los condes de Medellín (del linaje de los Portocarrero) contaron por aquella época con 1.800 infantes y 102 caballeros. 

                Con frecuencia, el propio señor comandaba su hueste, articulada en capitanías y con su estandarte portado por su alférez. Con unos monarcas débiles, los grandes nobles aspiraron a lograr el máximo poder, empleando los resortes del mismo poder real. Sus huestes fueron la demostración clara de sus aspiraciones.

                Para saber más.

                Carlos J. Rodríguez Casillas, D. Alonso de Monroy (s. XV), maestre de Alcántara y señor de la guerra, Badajoz, 2013.